En el sentido más básico, el screen scraping (o «raspado de pantalla») es un proceso mediante el que se recopila información de una «pantalla» (por lo general, una página web) para utilizarla en otro lugar o para efectuar operaciones que normalmente llevaría a cabo el usuario.Sin embargo, el uso del screen scraping se ha vuelto bastante polémico debido a la tecnología que se utiliza para realizarlo y los principios éticos que lo sustentan. Existe un riesgo real de que el almacenamiento de información confidencial no encriptada (algo que el screen scraping suele hacer) derive en una filtración de datos. Compartir credenciales de seguridad a portales bancarios para permitir el screen scraping también supone algunas desventajas para la seguridad del usuario.Si bien antes solía ser la única opción verdadera para recopilar ciertos tipos de datos del cliente en forma automática, con el tiempo surgieron nuevas opciones que se han vuelto bastante populares. Antes, el screen scraping era una práctica habitual para potenciar los casos de uso de la banca abierta, pero tras los cambios en la normativa, las Interfaces de programación de aplicaciones en abierto (API) lo están reemplazando.Este artículo explica cómo y por qué las empresas utilizan el screen scraping, cuáles son los beneficios y las deficiencias que supone y cómo se relaciona con el open banking.
¿Cómo funciona el screen scraping?
El screen scraping funciona a través de un programa o «bot» que obtiene acceso a la cuenta de un cliente y, automáticamente, capta los datos que se ven en la pantalla desde un segundo plano, sin que el cliente se encuentre presente.De manera específica, el screen scraping funciona de la siguiente forma:- El cliente comparte sus datos de acceso con un proveedor externo (TPP).
- El TPP utiliza esos datos para ingresar a la cuenta bancaria del cliente.
- El TPP luego copia o «raspa» los datos bancarios del cliente para utilizarlos fuera del portal bancario del cliente.








